Empezamos una série de artículos para reflexionar sobre diversos aspectos que nos impiden desarrollar nuestro potencial y a veces dificultan mucho las posibilidades de encontrar un empleo. El primero de los aprendizajes que queremos compartir es sobre el autoconcepto. Si os habéis preguntado alguna vez “¿me ven los otros igual que yo me veo?”, os invitamos a seguir leyendo.
A menudo, las personas presentamos una percepción distorsionada de nuestra imagen. La existencia de una imagen propia negativa poco realista, se debe, en muchos casos, a la falta de un modelo interno de auto-representación más adecuado y, al mismo tiempo, al hecho de que solemos frenar sistemáticamente cualquier intento de desarrollar un concepto de nosotras o nosotros mismos más apropiado.
En cuanto a aquello que recibimos del entorno, de personas más o menos cercanas, solemos filtrar aquello que se ajusta más a nuestro propio autoconcepto. En el caso de personas con una imagen pobre de sí mismas, se adopta todo lo que resulta más negativo, desechando los aspectos positivos que los demás ven en nosotros o en nosotras.
¿Podemos cambiar esta dinámica? ¿Es posible tener una imagen más positiva de nosotras y nosotros mismos? Por la experiencia que hemos tenido en miles de formaciones, podemos decir que es posible y además hay técnicas para ello. En la ficha que adjuntamos en esta publicación, planteamos un ejercicio de imaginación que permita modificar la imagen en la que nos encasillamos, dándonos cuenta de que nuestro autoconcepto es más amplio de lo que pensamos.
Esta formación está pensada para tener un acompañamiento profesional, pero si quieres hacer un primer paso desde tu casa, empieza por plantearte estas preguntas: ¿Es mi autoimagen la correcta? ¿Se corresponde con la realidad? ¿Me creo las cosas positivas que los demás dicen de mí?
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